Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Este año marca quince años desde el colapso de Lehman Brothers, lo que dio lugar a la mayor crisis financiera de las últimas décadas. Los gobiernos realizaron fuertes desembolsos en los años siguientes con distintas estructuras de rescate para el sector bancario para evitar que se propagara al sistema en su conjunto. La caída del sector en España se produjo unos años más tarde, en 2012, y culminó con un rescate europeo con un fondo de hasta 100.000 millones de euros.
Quince años después, el país sigue enfrentando un déficit de 74.000 millones de euros en sus cuentas. Este desequilibrio financiero es el más considerable de Europa en términos absolutos, contrastando con el superávit obtenido por países como Francia, con más de 2.000 millones, o Dinamarca, con 1.500 millones. A pesar de las afirmaciones del gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy de que el rescate bancario no costaría ni un euro a los contribuyentes, la realidad ha demostrado ser diferente.
La creciente factura del rescate bancario en España
A medida que se acerca el decimoquinto aniversario del estallido de la crisis financiera de 2008, la carga financiera del rescate bancario en España sigue creciendo. Según Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, el déficit acumulado de España en este periodo, que representa la diferencia entre lo que se invirtió en el sector financiero y lo que se ha recuperado, supera los 74.000 millones de euros. Este es el mayor desequilibrio registrado en Europa en términos absolutos y el sexto en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado.
El papel de Eurostat en la evaluación del impacto financiero
Eurostat, en su informe anual de evolución de deuda y déficit de los países europeos, incluye un análisis específico de los programas de apoyo al sector financiero implementados desde 2008. Según el informe, el gasto acumulado de España entre 2008 y 2022 en programas de ayuda al sector financiero supera los 89.700 millones de euros. Esta cifra incluye el rescate de entidades como Bankia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia en 2012, así como la inyección de fondos en la Sareb, la entidad encargada de gestionar los activos tóxicos de la banca, que fue registrada como deuda pública en 2021. En contraste, el Estado solo ha recuperado 15.475 millones de euros, lo que resulta en el mencionado desfase de más de 74.000 millones.
Comparativa con otros países de la Unión Europea
A pesar de la considerable deuda acumulada, España no es el único país que ha experimentado un déficit en sus programas de apoyo al sector financiero. Irlanda y Alemania tienen desfases de 49.000 y 48.000 millones de euros respectivamente. Sin embargo, algunos países han logrado obtener un superávit gracias a las inyecciones de capital en sus sistemas bancarios y los ingresos y comisiones derivados de estas ayudas. Francia y Dinamarca destacan en este aspecto, con superávits de más de 2.000 y 1.500 millones de euros respectivamente.
El déficit de España y su posición en el panorama europeo
A pesar de los esfuerzos, España se mantiene a la vanguardia de la Unión Europea en términos absolutos. Esta situación contrasta con los 49.000 millones de euros de Irlanda y los 48.000 millones de euros de Alemania. Sin embargo, el estudio de Eurostat revela algunos datos notables sobre un pequeño grupo de países que ha logrado obtener un superávit en la relación entre los gastos en el sistema bancario y las ganancias obtenidas a través de ingresos y comisiones. Francia, con más de 2.000 millones de euros de saldo positivo, y Dinamarca, con 1.500 millones de euros, son particularmente destacados.
El fantasma del rescate bancario aún ronda
Los vestigios de un agotador rescate bancario siguen generando gastos para el tesoro público. El gobierno del PP, bajo la dirección de Mariano Rajoy, inició este proceso de reestructuración bancaria asegurando que no costaría ni un euro a los contribuyentes. Sin embargo, el volumen de los gastos acumulados por España, más de 89.000 millones de euros, es difícilmente comparable con el de Francia, cuyo desembolso acumulado apenas supera los 10.000 millones de euros, según el propio estudio de Eurostat. Fue este organismo el que en 2021 obligó al gobierno español a asumir la deuda de Sareb, ya que estaba completamente respaldada por las cuentas públicas.