Esta mañana se han inaugurado en San Martí un nuevo edificio de vivienda pública promovido durante el último mandato de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona. Se trata de una construcción de 42 viviendas ubicadas en el barrio del Besòs y el Maresme y destinadas a alquiler asequible.
Con esta promoción, el distrito de San Martí ha visto su parque de vivienda pública aumentado en aproximadamente 2.000 pisos desde el año 2015. La peculiaridad de estas nuevas 42 viviendas es su sistema de construcción industrializado, una tendencia que se ha visto extendida en los últimos años en proyectos de vivienda pública y en la que prima una clara apuesta por el uso de la madera.
Más de 380 viviendas públicas de construcción industrializada
Este edificio forma parte de un proyecto de construcción con métodos industriales, ideado por los comunes, que incluía la promoción de otros ocho. Todos ellos destinados a vivienda pública: la promoción del C. de Pallars (42 viviendas), C. de Binéfar (24 hab.), C. del Marruecos (45 hab.) y C. Dolores Iturbe Arizcuren (40 hab.), en cuanto al distrito de San Martín, dos promociones en Cuarteles (70 y 56 hab.), en San Andreu, el bloque A de la Isla Glorias (51 hab.), en el Eixample, y los alojamientos APROP.
Promoción de alquiler social en plena crisis de la vivienda
La inauguración de esta promoción coincide en un momento de tensión social por la actual crisis de la vivienda, motivada por el desorbitado precio de los alquileres. Tras la manifestación del pasado domingo en Madrid, promovida por el Sindicato de Inquilinas, la propuesta del bono de alquiler anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han resultado “inútil” para la mayoría de colectivos y sindicatos.
En Barcelona, los Comuns han forzado a Collboni a regular los alquileres de temporada antes de final de año como requisito indispensable para apoyar las nuevas ordenanzas fiscales de la ciudad. Janet Sanz, líder de Barcelona en Comú, en una revista reciente en Café d’Idées, señalaba la necesidad de actuar con urgencia para solucionar cuanto antes la crisis de la vivienda y recordaba al PSOE que, de no hacerlo, estarían entregando el gobierno a las derechas.