El Síndic de Greuges de Barcelona ha denunciado que una persona sin hogar ha recibido hasta 42 sanciones administrativas debido a su situación. Según el síndic, David Bondia, el enfoque del Ayuntamiento en abordar el problema del sensellarismo es “únicamente de manera punitiva” y busca imponer “orden” en el espacio público sin ofrecer servicios municipales adecuados para abordar el problema de manera integral.
El papel de la Fundació Arrels
El caso llegó a la Sindicatura tras la denuncia de esta persona, atendida por la Fundació Arrels. La Guàrdia Urbana de Barcelona interpuso hasta 42 multas por diversas infracciones de la normativa municipal, como dormir, orinar, consumir alcohol y escupir en la vía pública, la falta de higiene personal o el uso “incorrecto” de los bancos y asientos del espacio público.
Crítica a la normativa municipal
El síndic Bondia ha señalado que, aunque la ordenanza municipal prohíbe determinadas conductas en el espacio público, no tiene en cuenta que las personas sin hogar no disponen de un espacio privado para realizar necesidades básicas. Por ello, reclama una “red pública suficiente” que permita a las personas sin hogar mantener su higiene y encontrar lugares para dormir. Hasta que no se implemente esta red, considera que no es procedente imponer sanciones por conductas vinculadas al sensellarismo.
Activación de servicios sociales
La resolución del síndic también recuerda que la ordenanza de convivencia incluye excepciones a la sanción en casos de riesgo de exclusión social. Según el artículo 60.2, en tales casos deben activarse los servicios sociales del Ayuntamiento para asistir a la persona afectada y no imponerle sanción. Bondia lamenta que muchas personas sin hogar no puedan alegar su situación de vulnerabilidad por falta de “autonomía personal”, y urge a las autoridades municipales a actuar de oficio en estos casos.
Aporofobia y estigma
La Sindicatura de Greuges ha recibido múltiples denuncias de ciudadanos sobre agentes que multan repetidamente a una misma persona en un día, a veces con pocos minutos de diferencia. De esta manera, insta a la Guàrdia Urbana a evitar conductas discriminatorias y a investigar posibles motivaciones aporofóbicas. Asimismo, pide al Ayuntamiento concienciar al vecindario para reducir el estigma hacia el colectivo de personas sin hogar.
Foto: www.arrelsfundacio.org