La Fundación Arrels ha denunciado este jueves en un comunicado que el ‘Pla Endreça’, puesto en marcha el pasado verano por el gobierno del alcalde, Jaume Collboni, “conlleva más dificultades en el día a día de las personas que viven en la calle , más sanciones y vulneraciones de derechos”, y precisa que esto sucede desde que la medida entró en vigor en julio de 2023.
Arrels, entidad de referencia en la atención a personas sin hogar (las que no disponen de domicilio, entre ellas las sin techo, que duermen en la calle), sostiene que el plan municipal, que se basa en la lucha por una ciudad más limpia y menos incívica, se traduce en un “endurecimiento en la aplicación de las ordenanzas que se pueden aplicar en la calle”, y cita entre ellas la ordenanza del civismo, de medio ambiente, de tenencia de animales y del uso de las vías y el espacio público.
Limpieza y seguridad
“El ayuntamiento anunció en julio de 2023 la entrada en vigor de la primera fase del ‘plan Endreça’, que contempla como objetivos la limpieza del espacio público y un aumento de efectivos policiales municipales, con un mensaje que relaciona limpieza con seguridad”, subraya Arrels.
Esta primera fase, sigue el comunicado, se ha concretado en “actuaciones de la policía y los servicios de limpieza municipales que echan a personas sin hogar de donde pernoctan o están normalmente”. También se les “amenaza con multar a las personas que descansan en la calle y tirar a la basura sus mantas, cartones, documentación, el móvil o la medicación”.
El texto indica que éstas son “algunas de las actuaciones policiales y de los servicios de limpieza” que las personas que viven en la calle y tienen contacto con la entidad han relatado a sus responsables, que indican que según estos testigos la policía “aparece más a menudo que antes, en muchas ocasiones a diario ya la misma hora”. También hay sin techo que denuncian que se les ha amenazado con quitarles a los animales de compañía.
Impotencia
Según Arrels, los afectados por esta situación tienen una sensación de “abuso e impotencia” que les genera “angustia y estrés”. “Hemos observado un incremento policial, sobre todo en puntos de pernoctación donde hay un grupo de personas”, indica la entidad.
Este control, advierte Arrels, hace que a menudo las personas que viven en la calle tengan que sacar y volver a colocar sus pertenencias cuando llega la limpieza al lugar en el que se encuentran, les complica acceder a comedores sociales y recursos de cuidados básicas, y les lleva a perder su turno.
Multa por falta de higiene
No son pocos los sin techo que han explicado a la entidad que han notado que la contundencia de la intervención policial se ha incrementado, atribuyéndolo a denuncias de los vecinos. “Creo que hay funcionarios que me tienen en la lista. Me han puesto multas por beber en la calle, por gritar, por escupir”, explica Juan Antonio, usuario de Arrels. El hombre acumula ya 14 sanciones, entre ellas algunas por echar colillas a la calle y por falta de higiene personal.
El comunicado recuerda que según el último informe de Arrels, siete de cada 10 sin techo carecen de ingresos. Y subraya que desde que entró en vigor el ‘plan Endreça’ sus usuarios han recibido una treintena de multas, una cifra similar a la de otros años, aunque con sumas más elevadas. Algunas personas que duermen en la calle suman miles de euros en sanciones recibidas.
“En la calle no hay que estar, hay que irse de Barcelona”, le dijo un policía a uno sin techo, según relató a Arrels. Otro caso que cita la entidad es el de Wilson, un hombre al que echaron de un centro para personas con enfermedades de salud mental, que llevaba un año viviendo en una plaza y que a partir de una queja vecinal vio cómo la Guardia Urbana le rodeaba y le sacaba el colchón y el resto de sus pertenencias.
El Síndic de greuges de BCN
Arrels explica en su comunicado que en noviembre de 2023 expuso esta situación ante el síndico de agravios de Barcelona, David Bondia, quien les respondió que le preocupa que “la búsqueda de la excelencia en el espacio público” poniendo el foco en la limpieza y el orden pueda tener un impacto negativo para las personas sin hogar.
Foto: www.arrelsfundacio.org