
Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, considerado por muchos como un líder moderado y sensato, que pretendía alejar al Partido Popular de la extrema derecha y la crispación de su antecesor en el cargo, Pablo Casado, ha tomado una deriva por el que ya ha sido tildado de extremista y populista.
En las últimas semanas, el político gallego ha protagonizado varios episodios polémicos que han generado un gran revuelo en la opinión pública. Su postura intransigente y su negativa a cualquier tipo de acuerdo con el Gobierno han sido los aspectos más criticados. Además, su alianza con la ultraderecha y la iglesia evangélica americana también han levantado muchas críticas.
Uno de los episodios más destacados fue su viaje a Europa, en el que criticó la reforma de las pensiones del Gobierno de Pedro Sánchez, pero alabó la reforma de las pensiones del presidente francés Emmanuel Macron. Esto provocó la intervención del comisario de Economía de la Unión Europea, Paolo Gentiloni, que le pidió una oposición “constructiva”.
Posteriormente, presidió junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, la jornada “Europa es hispana”, un evento para la comunidad latina residente en Madrid que comenzó con una predicación evangelista ultraconservadora.
Feijóo acusó a Pedro Sánchez de “rendir pleitesía a autócratas” por asistir a la Cumbre Iberoamericana, a la que también acudió el rey Felipe VI. Además, ha sido criticado por su falta de propuestas, ya que solo se limita a decir lo que no quiere hacer, como subir el salario mínimo a los españoles o los impuestos a los ricos, las eléctricas y la banca. Tampoco apoya una reforma laboral que cree empleo fijo o una ley de vivienda que regule el mercado.